He loved her without control. Without shame and resistence. The amount of time elapsed from when they had met until now weighted on their backs and so, he stood next to her every moment, kissed her cheek every time he could and slowly, too concious if his own restrain, of the strings that kept him together, as if crossing a real line, he held her hand.
She glowed without looking into people's eyes, too afraid to let them know what she had recently found, still reluctant to accept that people had always known. She wanted to keep it to herself, a beautiful scent that shared would fade too quickly.
Denying it had been a harsh battle they had both lost. And this time, neither one complained.
Wednesday, May 26, 2010
Monday, May 24, 2010
Lleva el flequillo despeinado y nadie toma su mano. La arena le ha dejado una capa brillante en la piel. El viento sopla sin reparar en la piel de gallina. El cielo comienza a incendiarse poco a poco; el Sol no es el mismo aquí que allá. Besaría la lluvia pero de nada serviría; ya tiene los labios morados del frío y partidos por a sal del mar. La distancia mata. La lejanía condena. Sólo quedan las tiendas de discos y la nostalgia.
Monday, May 10, 2010
Preguntas
Lentamente su mundo de letras empezó a morir. No se despidió hasta que fue muy tarde, no dijo nada hasta que los ojos de los caracteres se abrieron tanto que un ejercito de camellos pasaba dentro de ellos. Las O's se alargaron creando lagos y las M's se convirtieron en torres inalcanzables para las pequeñas comas. Los signos de exclamación se volvieron soldados, peleando el primero contra el segundo dejándo puntos mutilados por todos lados. Las serifas formaron fronteras entre cada interlineado y el tracking creció tanto que cada letra se hizo isla. Tanto espacio hizo que el subtexto fuera obvio y que el contexto no tuvira sentido. Lo único que flotaba entre líneas era ella; montada en una L gigante y con un remo hecho de interrogaciones.
Sunday, May 2, 2010
Take all your plans and break them. Bend the lines until they blend into each other like red stripes of candy. Tangle up your life the way noodles do in boiling water and then, add spices. Peel off the drafts of the perfect life you drew on the wall. Nothing you did before matters like now. Nothing you’ll do after matters as much as now. Stop waiting for the moment that will change you; you won’t change. You are who you are for all the great and terrible things you hold, accept it and move on. Stop worrying about sounding stupid; believe that your words will ring someone’s truth. So take the microphone and get up on stage, even if the only place you have to sing is the karaoke bar. Raise your hand even if you are in doubt. Especially if you are in doubt. Enjoy your sadness but look for happiness; they coexist. Stop minding the pebbles in the sand, remember that the more you walk barefoot, the softer your skin will be.
Saturday, May 1, 2010
Blues
En el sótano de un bar, rodadeada de paredes de ladrillos y barriles en formas de mesa, Chica se balancea al ritmo del blues, uno viene y va y otro regresa. La situación la llena de nostalgia ajena a un tiempo que no vivió; a su alrededor hombres y mujeres con pelo blanco levantan las manos para aplaudir, la fragilidad estática de sus huesos sosteniéndolos sobre los bancos para ver mejor.
Para ella, las cuerdas hablan solas. Cuentan historias de pantanos y mosquitos, del calor que no se aguanta y la piel que se va pegando poco a poco a los huesos.
Mueve la cabeza de nuevo en un intento de saciar la ansiedad que la llena. Los rizos se mueven esponjándose cada vez más al igual que las vibraciones del bajo van creciendo dentro de sus venas.
Si cierra los ojos puede ver la escena; el cuarto blanco y alto, una cama frente a la ventana cerrada, la única luz enfrascada en la forma de las rendijas de las cortinas. Afuera se escucha un barullo alto pero ella sólo entiende la música. Esa combinación de cuerdas raspadas y madera vieja la hace llorar. El ventilador se mueve lento, hace que el aire circule pero no alivia el calor.
Los músculos se tensan, la sonrisa en su alma se hace grande aunque en sus labios parezca muerta. Ella lo siente. Pero nada importa, el mundo se mueve dentro de ella. No hay principio ni final, todo es infinito por un segundo más.
Un frío insensible le llena la pierna derecha y la despierta de golpe.
—¡Lo siento! Ya te compro otro cerveza.
Para ella, las cuerdas hablan solas. Cuentan historias de pantanos y mosquitos, del calor que no se aguanta y la piel que se va pegando poco a poco a los huesos.
Mueve la cabeza de nuevo en un intento de saciar la ansiedad que la llena. Los rizos se mueven esponjándose cada vez más al igual que las vibraciones del bajo van creciendo dentro de sus venas.
Si cierra los ojos puede ver la escena; el cuarto blanco y alto, una cama frente a la ventana cerrada, la única luz enfrascada en la forma de las rendijas de las cortinas. Afuera se escucha un barullo alto pero ella sólo entiende la música. Esa combinación de cuerdas raspadas y madera vieja la hace llorar. El ventilador se mueve lento, hace que el aire circule pero no alivia el calor.
Los músculos se tensan, la sonrisa en su alma se hace grande aunque en sus labios parezca muerta. Ella lo siente. Pero nada importa, el mundo se mueve dentro de ella. No hay principio ni final, todo es infinito por un segundo más.
Un frío insensible le llena la pierna derecha y la despierta de golpe.
—¡Lo siento! Ya te compro otro cerveza.
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