Wednesday, July 16, 2014

En mi cuarto hay una ventana que tiene una cortina y en los días que llueve y hay viento, la cortina se mueve y hace frío y dan ganas de apretar las cobijas -la sábana, la cobija y el edredón- para hacer como si la cama fuera un huequito de forma exacta al cuerpo. Y me gusta cuando pasa eso.
Y estaría bien que hoy llegara la lluvia y moviera todo, para hacerme huevito. Pero no llega y hace calor de ese que hace la ropa pesada y tibia. No hay peor nada que lo tibio.
Porque ya lo decía Millás que hay que arder, que la fiebre es el mejor estado, que hay que ver el mundo con ojos desesperados. Y lo tibio es justo lo contrario.
Hay que arder, arder, arder.