La lavadora no tiene ventana. No se puede ver la ropa dando vueltas de un lado a otro. Los colores mezclándose entre la espuma.
No necesito la lavadora para ver colores. Me pintaste de amarillo ¿te lo dije?
"Todo el tiempo veo cosas en el aire mientras usted habla."
La primera vez que entré en un lavacoches descubrí que era como ir a Disney. Una atracción, un juego de colores, agua, espuma. Reí como si fuera una loca. Como si fuera una niña.
Lo acabo de recordar y hubiera querido compartirlo. Habernos llevado al lavacoches para reír como niños. Pero no era necesaria tanta máquina para hacerlo. Porque si algo hicimos fue reír y amar como niños.
Amar hasta crecer.
Amar hasta explotar.
Saturday, February 8, 2014
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