yo,
por el contrario,
no sé de pronto cómo detenerme.
Camino rápido, aún sin darme cuenta; cuando quiero perder el tiempo, cuando quiero llegar tarde.
Hasta el corazón me late demasiado, a veces, cuando está en su sitio, cuando no lo tengo perdido.
Llevo una placa en la cartera que grita ¡paciencia, mujer, paciencia!
No da mucho efecto.
No encuentro a veces la delicadeza de pasarme por el parque a escribir un poema, de tener letra legible, de frenarme la cabeza. Y no dejar triángulos sobre el camino.
Y no estar siempre mareada.
Monday, January 23, 2012
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment