Cuando el mundo cabe en un hilo, todo tiembla. Hay un huracán llenando mi cielo de nubes y en la ventana cortinas que no acaban; este hilo que se agarra de poste en poste mientras aguanta palomas y cuervos. Mueve cada célula y los átomos y las ridículas estrellas arriba de mi cabeza, todo tiembla dentro de este imperio falso que cabe en un hebra. Ahí, donde un elefante toca la mandolina. Metido entre fósiles y esondido de la luz. Creciendo por ahí en el fondo del mar, el hilo negro. Sí, con el que están cosidas mi costuras, mis líneas que eran patrones para cortar -uncentimetrodecosturamarcadaconunpedazodejabón-
¡Qué complicación!
estar entera y abierta sin dejarse caer; ser una bata, un vestido de una pieza con un listón. Un pez globo. Un acordeón.
Thursday, October 13, 2011
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