¿Qué pasó con las siete de la tarde?
¿Qué pasó con las historias sin final? se están quedando demasiadas puertas abiertas; umbrales por donde pasan luz y fantasmas de igual manera.
¿Qué pasó con el cierre de la noche?
¿Y con los inicios y los buenos días?
Me dan miedo las capitales, con sus espacios gigantes abarcando párrafos completos.
Pobres de los puntos, siempre relegados al final del cuento.
Tengo frío; mi cuerpo grita que necesita lágrimas o un corte de cabello.
Sunday, November 28, 2010
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Muy bonito...
ReplyDeletepero yo sinceramente
prefiero el corte de cabello
Por el momento no habrá ni lágrimas ni corte de pelo, ya tengo mi cobija para estar calientita.
ReplyDeleteGracias comentar!